La Asamblea se instala con un imponente discurso oficialista
La designación de la nueva directiva
de la Asamblea Nacional dejó entrever cuál será el escenario para el nuevo
periodo legislativo: Alianza PAIS (AP) hará valer su mayoría, minimizará y
responderá el discurso de la limitada oposición.
El argumento para dar paso
a esta postura política es el tener la mayoría en el pleno y el respaldo masivo
de la gente, evidenciado en los resultados de los comicios del 17 de febrero
pasado que le dieron al oficialismo 100 curules.
Como estaba previsto, ayer
fue elegida Gabriela Rivadeneira como presidenta de la Asamblea, y Rosana
Alvarado y Marcela Aguiñaga como primera y segunda vicepresidentas.
Las tres tuvieron respaldo
de los oficialistas, de Avanza y de los representantes de movimientos locales:
José Bolívar Castillo, Daniel Cisneros y René Yandún, quienes se sumaron a AP,
que ya cuenta con 108 votos en el pleno.
Esta designación también
estuvo matizada por la presencia en las barras de simpatizantes de AP y
familiares de los asambleístas. Ellos, con aplausos y gritos, expresaron su
apoyo a la mayoría oficialista. Y no dudaron en criticar y desaprobar los
criterios de los legisladores de oposición. “No volverán” se oía cuando algún
representante de oposición tomaba la palabra.
A pesar de que los sectores
no oficialistas no tenían ninguna posibilidad de ganar cualquiera de estos
espacios, también propusieron nombres: para la presidencia, Lourdes Tibán (PK)
mocionó a su coideario José Acacho, y Luis Fernando Torres (PSC-CREO) a César
Umajinga (PK), para la primera vicepresidencia.
En sus discursos, las
nuevas autoridades legislativas destacaron el crecimiento de la representación
del género femenino en la política, que se refleja en que por primera vez las
mujeres presidirán la Asamblea.
Rivadeneira puso énfasis en
la necesidad de que esta función responda al espíritu de Montecristi, en la que
cada ley esté en sintonía con la gente y se respete la plurinacionalidad.
Recalcó que el trabajo se llevará en coordinación con los otros poderes del
Estado y apertura a la participación ciudadana.
Mientras que Alvarado
criticó a algunos sectores de la oposición, a los que los vinculó con la
‘partidocracia’ que provocó el ‘atraco’ bancario, la concesión de la base de
Manta...
Y Aguiñaga hizo un llamado
a la unidad nacional, a la apertura de un debate respetuoso sobre los temas
importantes para el país y pidió a sus compañeros de bloque trabajar de manera
coordinada.
Sin embargo, este proceso
evidenció la exclusión de los sectores de oposición y su nula influencia a la
hora de tomar resoluciones. No solo por la falta de votos, sino por la postura
de AP de no escuchar sus observaciones.
El primer contratiempo para
Rivadeneira ocurrió antes de la designación de los titulares del Parlamento,
cuando dirigía la sesión al ser la asambleísta más votada en los últimos
comicios. Su colega Andrés Páez (CREO) cuestionó la principalización de
Alexandra Ocles tras la salida de Fernando Cordero, quien fue el segundo
asambleísta nacional más votado, porque consideraba que el reemplazo le
correspondía al cuarto más votado del oficialismo.
Cordero emitió un
comunicado en el que informó su decisión de no asistir a esta primera sesión.
Él dejó su curul para ir al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
La observación de Páez
motivó una dura respuesta de Virgilio Hernández (AP), que la calificó como otra
‘jugada’ para boicotear el trabajo de la nueva Asamblea, pese a que perdieron
las elecciones.
Tibán lo increpó por
calificarlos como perdedores. Le recordó que cuando fue parte de PK fue
derrotado en comicios anteriores y advirtió que la votación de los asambleístas
oficialistas se debe al apoyo del Gobierno.
Otro incidente se produjo
durante la elección del segundo vicepresidente, cuando Cléver Jiménez (PK), en
su intervención, tildó al presidente de la República, Rafael Correa, de
‘mentiroso’ al no impedir, por ejemplo, el manejo de transnacionales
telefónicas.
Rivadeneira le pidió que se
enfocara en presentar su moción, y tras la protesta de las barras y de los
asambleístas de AP, se le apagó el micrófono.
Ramiro Aguilar (Suma)
reclamó un trato igualitario para todos los parlamentarios, porque antes varios
de ellos tuvieron extensas intervenciones.
La nueva presidenta de la
Asamblea tampoco aceptó el reclamo de Pachakutik, por la inclusión de su
símbolo en la configuración de un minibloque de los asambleístas oficialistas
que llegaron en alianza con otros movimientos para tener una representación en
el Consejo de Administración Legislativa (CAL). Tibán advirtió que el
coordinador del movimiento, Rafael Antuni, no suscribió ese acuerdo. Mientras
que Mauro Andino dijo que la lista 35 hizo una alianza en Chimborazo con PK,
porque ahí sí son de izquierda.
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